Comienzo una nueva etapa. Cerrando abruptamente un ciclo.
La historia se remonta a un año y medio aprox cuando el disco duro de mi PC explotó. Literal.
Ya lo veía venir, después de tantos años, era normal que comenzara su desinterés en proporcionarme mi fuente de información más preciada. Lo que al principio parecía una buena relación de entendimiento, se tornó en una lucha constante para ver quién cedía primero.
Comenzaba con sus desmanes, su manía de apagarse sin explicación, sus pantallazos azules de la nada, sus largos silencios mientras "pensaba" y esa fea manía de desaparecerme información cuando se le pegaba la gana. Pero no era así todo el tiempo, solo cuando más necesitaba que funcionara, como si percibiera el momento justo para hacerme la vida pesada.
Un día sin más, colapsó. Tal vez se enteró que en pocos días iba a conseguir un disco duro externo nuevo (y más grande) y en un arranque decidió terminar de joderme la existencia autodestruyéndose.
Cuando lo hizo me entró el pánico. Claro, no era la primera vez que me tronaba un disco, pero esta vez no había alcanzado a hacer un buen backup de la información. Es que era demasiada, por eso necesitaba otro de por lo menos 1Tb. Le apliqué primeros auxilios y fue peor, ya ni siquiera respondía. Lo envié a que le extrajeran el cerebro, conseguí otras partes, parecía un monstruo de Frankenstein, parecía que eso iba a funcionar y que me iban a regresar un disco con toda mi información, Wrong! solo me regresaron un cadáver desmembrado.
Y así desmembrado lo dejé en su ataúd, esperando a que una noche de luna llena regresara de la muerte o encontrar a alguien experto, lo que sucediera primero.
Así estuvo un año y medio, aprox...
Cuando por fin encontré quien lo pudiera recuperar, resultó que después de un diagnóstico que parecía eterno, había esperanza de poder recuperar todo, ya que aunque tenía daño de 4° y 5° grado, tenía posibilidades.
El problema fue que el precio se disparó, de un rango de $3,500 a $7,000 pesos que se había considerado desde un inicio, subió a $25,000, y eso con descuento por pago de contado.
El problema en sí no es el precio, el problema es que sí tengo el dinero para pagar la recuperación...
Y aquí entré en un dilema existencial. ¿La información que contenía valía esa "módica" cantidad?
La respuesta fue: NO
No lo vale, tal vez algunas fotos, tal vez algunas cartas, tal vez cortometrajes que me dará una gran flojera volver a bajar, tal vez videos inéditos que a estas alturas de la vida puede que ya estén en Youtube, tal vez mis malviajes que no terminé de escribir y fotos que no terminé de subir. Documentos escaneados, imágenes y todo el repertorio musical de mi ipod.
Todo eso se lo llevó.
Al final me decidí a no recuperar nada, de momento. Concluí que es una buena oportunidad para comenzar de nuevo, para tener nuevos archivos y olvidar ciertos vicios. Al fin y al cabo, en este año y medio aprox no me hicieron falta ni uno solo de esos archivos. Todo lo demás, es apego.
Escuchando: Editors - Sugar