febrero 05, 2022

De cuarentenas y el fin del mundo - Día 692 - Recuerdo de mis años mozos 1

Querido Blog,


Sé que dejé de escribir más seguido y es que pues la vida cambió.


Ahora me dedico a compartir memes en Twitter, los cuales me robo de Facebook. A ratos me relajo viendo Pinterest y pierdon el tiempo con los videos cortos de FB, porque ni madres que instalaré Tik Tok.


Pero la verdad es que no he dejado de pensar en ti, me di cuenta de que la gente ya no lee blogs y por alguna razón me da cierto miedo pensar que eventualmente, en algún punto de este tiempo, lleguen a cerrar Blogger, o lo vendan y se convierta en Metablogger o alguna mamada de esas.


Llevo tiempo queriendo darle continuidad pero no encontraba el rumbo. Hablar de todo lo que ha pasado en la cuarentena pues, ya aburre. 


Nosotros seguimos en cuarentena mientras en mi trabajo me lo permitan, que yo no entiendo esa ansiedad que tienen por probar su modelo híbrido a costa del contagio masivo que podría darse, pero bueno, así son los lugares de trabajo en pleno S XXI.


Trataré de seguir escribiendo sobre otras cosas que han pasado en todos estos días que no he escrito, pero el día de hoy me pegó la creatividad por una secuela de una película y un recuerdo bien chundo que tengo asociado. Así que ahí les va:

Era 1999 y no me pregunten por qué a mi familia se le hizo buena idea ver la primera versión de esta película en familia. A todos nos pareció un churro pero pues estaba de moda. Se puso tan de moda la canción de dicha película, que la escuchabas por todos lados, todo el tiempo.

Iba en la secundaría y tenía una materia de literarura. En esa materia el profe era medio chistoso, al principio nos ponía a leer e interpretar textos del libro, como todos nos dormíamos creo que se le ocurrió que era una buena idea analizar las letras de las canciones.


Nos dejaba de tarea escribir la letra de una canción y nuestra interpretación. En aquel entonces, aun escuchaba Grunge, Alternativo y todo eso que estaba de moda (hasta que llegó el Numetal y ya no me gustó ese cotorreo). Bueno, ya se me fueron las cabras, again.


Un día llegó bien contento diciendo que de la coordinación le habían prestado una una grabadora con CD y que se había comprado el CD del soundtrack de Sexo, Pudor y Lágrimas. Ya sabrán para donde iba esto. Nos puso a escuchar dicha canción, de principio a fin y que anotáramos lo más relevante de la canción, aquello que sintiéramos que nos movía algo en nuestro interior. 


Que siendo realistas, al ser adolescente pues... todo en el interior se te mueve, en fin. Que ya cuando terminamos al profe se le ocurrió preguntarle a uno de los compañeros más burros del salón, qué era aquello que entendíó y se le hizo lo más relevante de la canción. El muy wey atinó a contestar:


- Uom veram dirim da


El cambio de cara del profe fue Priceless:



Fue tal la decepción del profe que no cambió su expresión por el resto de la clase. Ni siquiera cuando los más nerds del salón le dieron mejores interpretaciones sobre la letra y varios expresaron su gusto por la canción. Pero era muy notorio que algo se había roto en su interior.


Ese día no nos dejó tarea, solo sacó su CD de la grabadora, lo guardó junto con sus cosas, tomó todo  y se fue sin mirar atrás.


El resto del año nos dedicamos a retomar los textos del libro y pobre de aquel que se durmiera, punto menos en la materia.

No sé si me anime a ver la segunda parte de este churro, a veces veo cosas más por chisme que porque realmente estén buenas. Creo que es una de las cosas que me han cambiado con la edad. Ahora veo casi de todo y ya no me intenseo (tanto) con el contenido de las mismas.

Si la llego a ver les contaré, si no, pues solo quédense con esa anécdota de mis años adolescentes.


Escuchando: S. Kiyotaka & Omega Tribe - Summer suspicion





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