diciembre 09, 2008

Silence, Please!

Querido Blog:


He descubierto que no puedo meditar después de la hora de la comida, además de que no hay espacios como para desenchufarse por lo menos 5 min… y el tocador no es una opción… y mi compañera es la persona más escandalosa que hay.

La situación fue esta:

Regreso de comer una rica lasagna vegan (además de que descubrí que la berenjena es una muy buena opción para estos platillos), voy al tocador a lavarme los dientes, regreso a continuar con el libro de Osho pero antes decido tomar mi mala (que gentilmente me regaló Dantte) y sentarme a meditar en mi lugar.

A estas horas está vacío y nadie interrumpe, bueno nadie a excepción de mi compañera…

No iba ni en la cuarta parte cuando empieza con sus ruidos… lo bueno de estar atenta es que pude distinguir de dónde provenía cada sonido con los ojos cerrados y dándole la espalda, si no era el teléfono era el teclado, o mandaba a imprimir algo… hasta el más mínimo roce del papel me retumbaba en los oídos…

He pensado en una solución a esta situación: Me compraré unos tapones para los oídos U_U



Escuchando: Shirley Kwan - Happy Are Those In Love

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