febrero 12, 2010

Time Goes By

Querido Blog:


Estas vagas reflexiones las tuve un día en el que ya había renunciado a mi último trabajo, ya estaba en proceso de empacar maletas y en días de despedida de la mayor parte de mis seres queridos (Sé que me faltaron muchos, pero al final de cuentas seguimos en contacto por estos medios ^_^ ).

En esos días fui a despedirme de unas amigas que habia dejado en mi penúltimo trabajo, llevaba tres años sin poner un pié en esa oficina y llegué a pensar que nunca jamás tendría por qué ir.

El día había llegado, me vestí con mi habitual negro (aparte ya había empacado casi toda mi ropa), ese día también dí por cancelada una de las tarjetas que tenía y que me había ocasionado más dolores de cabeza que dichas. Iba contenta, un poco nostálgica, pero se me quitaría al llegar ahí.

Llegué, lo había hecho muy temprano, pero me quedaba buen tiempo para buscar lugar de estacionamiento. al fin encontré uno, al parecer estaba prohibido estacionarse ahí pero, ni era línea amarilla y muchos carros estaban ahi en hilerita XD

Aún me quedaba mucho tiempo, pero ni modo de esperar en el carro; bajé y caminé hacia ese lugar con cierta expectativa... de no encontrarme a nadie conocido en lo que duraba mi estadía.  No sé si sea mi aspecto o qué, pero la gente se me quedaba viendo... y no creo que me viera hippie, es un fenómeno que aún se me da, no entiendo esas miradas de extrañeza.

Entré y como recordaba, le pedí prestado el teléfono a la recepcionista (una que ya no conocía) para llamarle a mis amigas y avisarles que las estaría esperando en la recepción, pensando por dentro que ojalá no se tardaran tanto y siguiera sin encontrarme a nadie.

Para mi suerte... si me encontré a algunas personas, dudo que algunos se hubieran dado cuenta de que la que estaba en ese sillón esperando, era, ciertamente, yop. Otros, nisiquiera voltearon a ver: unos voltearon a verme y al parecer me reconocieron pero no se acercaron y solo dos ex co-workers me saludaron.

En ese inter dejé que mi mente debrayara, así como suele hacerlo en ocasiones como esa, debrayé que puede que haya pasado mucho tiempo, en especial cuando vi a algunas personas, por ejemplo una mona que siempre llevaba los mismos zapatos rosas pastel de tacón de aguja con los que no podía caminar bien y se le iban los pies de lado, no solo la escena y el modelo de zapatos eran lo grotesco, era que los zapatos estaban raspados por todos lados y se notaba mucho... después de tres años, al fin se compró unos nuevos...

Después bajaron las dos hurracas de Capital Infrahumano... han de ser vampiras porque por ellas no pasa el tiempo, se veían igualitas a la última vez, hasta el mismo peinado, tinte y estilo de zapatos... Les siguió un mono de Tranzas, digo Finanzas, que ah como caía gordo por perro corriente con cruzado de la calle y que para variar me difamaba de sangrona... pues pa' mis pulgas!

Luego apareció otro mono de sistemas, también me caía gordo, era de los típicos que les gusta enterarse de los chismes y si le caes mal te audita la máquina a cada rato... en eso apareció uno de los "IBM", recuerdo que estaba más chavito que yo y era medio babas o demasiado ingenuo en muchos casos. Ahora hasta encargado del almacen era... y de ingenuo... se le quitó porque ah qué carácter se le hizo y que demostró al regañar bien feo al, supongo, nuevo "IBM" que sacó las cajas que no eran...

Después apareció un ex co-worker con el que me llevaba bien y que al menos tuvo la decencia de saludarme, luego apareció otro que no me saludó y yo creo que fue porque no terminaba por reconocerme, ese también era de mi edad y ahora que lo vi, se puso más gordo XD

Al final me encontré con Mormis, a quien me dió gusto ver y sigue igualita, y a... su séquito de compañeras que también se me quedaron viendo con extrañeza o será que tienen cara permanente de "huele fuchi"? Luego llegaron mis otras amigas, a quienes si se les notaba un poco el viejazo XD

Esa tarde estuvimos platicando mientras comíamos y mientras una se decidía por ir a pedirle un autógrafo al Reily que chistosamente entró y se sentó en una mesa casi al lado de la nuestra.

Al finalizar el día me quedé con una sensación extraña, me di cuenta de que había pasado un tiempo considerable y de que ciertamente, ya no me parecía a la Estef que un día decidió renunciar por primera vez en su vida para seguir su camino en otra parte, la gente que había dejado ahí ya no era la misma y el aire se respiraba diferente...

Me despedí prometiendo escribir, me di la vuelta y volví a irme sin mirar atrás... no creo que haya una próxima vez.







Escuchando: Red Hot Chilli Peppers - Otherside

1 comentario:

  1. Generalmente no se obtiene nada bueno al mirar hacia atrás, raras veces al volver sobre tus pasos encuentras aun los lugares en donde podías aposentarte o los oídos que te escuchaban. Solo nuestra historia es las excepciones a esto.

    Volver la vista atrás es la manera de darnos cuenta de cuánto hemos avanzado y de descubrir que en realidad vamos cambiando, como tu misma dijiste: ya no eres la misma Estef.

    Yo no he vuelto nunca a un recinto laboral que hubiera dejado atrás, pero con tan solo haber cambiado de lugar a unos cuantos metros ya me basta para sentir esa nostalgia rara que se percibe cuando la sensación de falsa añoranza te invita clarito a no regresar.

    En fin, ya me extendí mucho. Solo quería decirte que casi siempre lo que dejamos atrás termina por perderse en la nada por la ausencia de próximas veces.

    TE AMO HUN =*

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