Ya cumplimos una semana de cuarentena y no sabemos cuánto vaya a durar.
De tener todo bajo control en una rutina diaria, de un día para otro todo cambia y cuesta un poco adaptarse.
No he salido de la casa y siento que necesito respirar aire fresco, sí, tenemos el patío, pero ahí viven dos de nuestras perritas y pues aunque les limpio, no es lo mismo...
Generalmente en domingo siempre me daba una especie de ansiedad-depresión, empezaba otra vez el ajetreo de la semana, de preparar todo para el otro día y de dormir cansado.
En estos días he disfrutado levantarme sin prisas, porque sigo despertando temprano pero ya no me duele el cuerpo al despertar.
Aun no he podido acomodar una rutina que pueda equilibrar el trabajar tiempo completo, atender a mi hijo y atender la casa y las perras.
Aun siento que estoy viviendo en una película y que esto no está pasando realmente.
A ratos ya quiero que se acabe.
Escuchando: Sleepy Fish - Velocities
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