Hoy es domingo y qué triste que aun en cuarentena el fin de semana sea corto.
Este fin de semana he aprovechado para seguir acomodando y limpiando.
Me he dado cuenta de que no es bueno estar de chanclas todo el día, y es que con el calor que hace en Guadalajara (sí, ya sé que hay lugares más calurosos, pero vengo de la Ciudad de México que es un poco más frío, así que he tardado años en acoplarme al calor de aquí) no se antoja andar de zapatos en la casa, pero por el bien de mi cadera, espalda y cuello he tenido que ponerme tennis.
Tenemos tantas cosas que de verdad creo que no volveré a comprar ni zapatos ni ropa ni chunches, esta cuarentena nos ha ayudado a tener una mejor perspectiva de las cosas y es que ya no quiero pasar el tiempo acomodando y limpiando, mientras lo tengamos que hacer en lo que esto se acaba y regresa la chava que nos hacía el aseo. Sí, ya sé, sonó muy whitexican, pero en serio que extrañamos mucho que venga y nos ayude, no se nos cae el mundo y tampoco es como que no sepamos hacer las cosas, pero de verdad me gustaría tener estos ratos libres para estudiar y leer libros.
Mañana es lunes y hay que trabajar, en el trabajo no sé cómo sentirme, es bueno tenerlo pero las cosas se están poniendo raras. No quiero que sea lunes, son feos, son tristes.
Escuchando: Powerwolf - Nightside of Siberia
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